Esta situación tan inesperada ha generado incertidumbre en muchos ámbitos pero, ha traído consigo numerosos retos a todos los sectores, retos para el corto, medio y largo plazo a los que hay que dar una respuesta rápida que pasa, sin duda, por una mayor apuesta por el modelo «de ausencias», a distancia, digital, accesible universalmente para todo aquel que disponga de una conexión a internet.
En este sentido, El País hablaba ya al principio del confinamiento de que el covid-19 está abocando al sector editorial a un cambio de modelo. Librerías y bibliotecas cerradas, presentaciones de libros pospuestas, eventos editoriales cancelados y un halo de incertidumbre para las próximas semanas -que con ellas ya comienzan a ser meses- obligan al sector a buscar la manera de ofrecer alternativas que lo mantengan vivo, solvente y con futuro.
Múltiples iniciativas en el sector cultural
El primer reto fue ayudar a la población a sobrellevar el confinamiento de la mejor de las maneras posibles. Cientos de iniciativas inundaron la red con proyectos solidarios, gratuitos, colaborativos, de bajo coste y para todo tipo de públicos. Cada uno aportando su granito de arena, desde los conciertos desde el salón de casa de muchos músicos, vídeos de grupos tocando al unísono cada uno desde una ubicación, o actores que se «juntan» una década después para recordarnos, con su particular toque de humor, la importancia de quedarnos en casa.
Arriba, el Himno a la alegría de Ludwig van Beethoven por la Orquesta Sinfónica de Castilla y León interpretada por sus músicos desde casa. Debajo, el montaje de los actores de Cámera Café, serie emitida por Telecinco entre 2005 y 2009, con motivo del coronavirus.
A modo de videollamada, que en estas semanas ha visto alcanzar máximos históricos en España –el uso de WhatsApp se ha quintuplicado y el de Skype se ha cuadruplicado– los conocidos actores mandan un mensaje sensato en clave de humor.
En seguida aparecieron las aportaciones del sector del libro, tanto por parte de bibliotecas como de las propias editoriales, tiendas y marketplaces. Desde descargas gratuitas de obras de distintos autores hasta nuevas facilidades de venta, incluido el teléfono o el whatsapp, además de las aplicaciones destinadas a la compra-venta de libros de segunda mano.
Algunas entidades también se han sumado al carro de compartir su apuesta personal por el audiolibro, tanto para público general como infantil, compartiendo uno semanalmente o como vehículo de apoyo a la normalización lingüística.
Por su parte, cabe destacar las facilidades de acceso y consulta del patrimonio documental y cultural digitalizado, impulsados por bibliotecas, museos y archivos, que facilitan la investigación, la educación o disfrutar de la cultura . Ejemplo de ello es el de la Biblioteca Nacional o Galiciana.
Cae la venta de libros y suben las descargas de ebooks
Las iniciativas culturales se cuentan por centenares pero mientras tanto, ¿qué ha pasado durante este mes de confinamiento con la venta de libros? Pues si bien era de esperar que aumentara el tiempo dedicado a la lectura, no ha ido acorde con la venta de libros. Según fuentes del sector, la venta de libros ha caído un 80%. Quizás porque múltiples plataformas han ofrecido libros electrónicos y audiolibros gratuitos, o quizás porque la gente ha incrementado su consumo de vídeo en streaming a través de las distintas plataformas que ofrecen series, películas y música a la carta. Plafatormas que, en una apuesta por la solidaridad y por la captación de nuevos clientes -mitad y mitad-, han ofrecido meses gratuitos de su servicio. Como Disney+, Movistar+ o Amazon Music, que regala tres meses.
Biblioteca del Trinity College de Dublín.
Durante las tres primeras semanas de confinamiento, más de 50.000 lectores en España descubrieron los ebooks y audiolibros del servicio de préstamo de bibliotecas públicas del Ministerio de Cultura y Deporte. Sus altas han crecido un 129,82% durante las primeras semanas del Estado de Alarma hasta alcanzar un total de 32.431 en marzo. Por su parte, la Rede de Bibliotecas Públicas de Galicia, GaliciaLe, permite el acceso a contenidos digitales, incluso a usuarios sin carné.
Tal ha sido el incremento del consumo de productos en streaming que las principales compañías de internet del país han informado de problemas e incidencias en sus servicios. Los parones y cortes en la fibra, antaño famosa precisamente por evitar los cortes del internet ofrecido por adsl, ahora son frecuentes. De hecho, en algunos países, Netflix se ha visto obligado a disminuir la calidad de sus emisiones para no colapsar la red.
Ferias canceladas e incertidumbre en el sector editorial
Muchas de las ferias más conocidas, como la de Bolonia o la de Londres han sido canceladas, algunas se pospondrán pero otras ya no verán la luz. En el mes del libro, el sector editorial, tanto de publicaciones periódicas como de libros, se muestra muy preocupado ante la incertidumbre y pide ayuda a Europa y al Gobierno para paliar os efectos devastadores del coronavirus.
Por su parte, ferias como la de Bogotá, Buenos Aires o Bolonia han aprovechado la pandemia para reinventarse, programando encuentros virtuales, desde clubs de lectura y citas con los autores en redes sociales hasta espacios para compra y venta de derechos de autor.
Soluciones
No hay una solución mágica ante situaciones desconocidas como la que estamos viviendo ahora mismo. Pero sí se pueden tomar medidas, aprender de los errores y apostar por los nuevos hábitos que han llegado para quedarse, relacionados con el canal digital.
En este sentido, desde Xercode implementamos una serie de medidas de urgencia para nuestros clientes, enfocadas a que puedan dar continuidad a sus servicios, desde la distancia, sin colapsos, especialmente las bibliotecas, tan útiles en estos tiempos de confinamiento.
