Con el aumento en las ventas de dispositivos electrónicos destinados a la lectura digital ha aumentado también la piratería.
Según el observatorio de la piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales, elaborado por la consultora IDC Research para la Coalición de Creadores, el libro fue el sector donde la piratería creció de forma más alarmante, al pasar de ser un 19,7% en el segundo semestre de 2009 al 35,1% en el primer semestre de 2010. El valor de las obras editoriales descargadas sin autorización alcanzó los 421,5 millones de euros.
Los editores preparan una campaña de sensibilización para difundirla cuando entre en vigor la traída y llevada ley Sinde. Será de tono amigable, sin culpabilizar al usuario, y hará hincapié en la necesidad de escritores y editores de percibir una remuneración por su trabajo.
Arantza Larrauri, directora general de Libranda, cree que es prematuro alarmarse ante la desigualdad en el incremento de la venta de dispositivos de lectura y de libros electrónicos. «En diciembre y enero también se han incrementado mucho las descargas en Libranda, pero hay que esperar para ver cómo van a utilizar el dispositivo», dice.
Libranda no es Amazon, el gigante estadounidense es una librería que ya vende más versiones electrónicas que de papel, Libranda es una distribuidora del formato electrónico, un mero almacén y transportista de archivos, aunque recibe muchas críticas por el precio de los libros, los dispositivos anticopias DRM o la incómoda experiencia de compra virtual, tres factores que algunos consumidores esgrimen para justificar las fugas hacia la piratería.
«Somos neutrales respecto a los DRM, hay autores que no tienen, es una elección de autores y editores». En cuanto al proceso de compra, responsabiliza a las librerías del hecho de que sea más o menos cómodo. «La voz la tienen los editores y los libreros», destaca Larrauri.
Ya en enero de 2010, el sitio web Attributor, se había interesado por la piratería experimentada sobre los libros electrónicos y había llevado a cabo un estudio que cuantificaba el número de descargas y las pérdidas para la industria editorial causadas en Estados Unidos por este fenómeno, que se contabilizaron en 2.800 millones de dólares (2.000 millones de euros).
El estudio de Attributor encontró un incremento del 50% en las búsquedas online para descargas piratas en relación al año 2009. Cada día se hacen entre 1,5 y 3 millones de consultas en Google para encontrar eBooks piratas.
También han observado un aumento del 20% en la demanda de descargas piratas desde que el iPad salió al mercado. La demanda de este tipo de contenidos también es internacional; como muestra, en Estados Unidos sólo se originaron el 11% de las búsquedas; en India otro 11% y en México un 5%…
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