Para cumplir con su función de apoyar la investigación, el aprendizaje y la enseñanza de manera efectiva, la biblioteca universitaria debe identificar las necesidades de información de los usuarios. Al adaptarse a las demandas de la comunidad académica, podrá ser relevante y valiosa en el entorno educativo moderno.
Ahora bien, ¿cómo puede detectarlas? Sigue leyendo, porque te damos todas las claves a continuación.
¿Cómo detectar las necesidades de información de los usuarios de una biblioteca universitaria?
La biblioteca universitaria puede llevar a cabo diversas estrategias con el fin de satisfacer las demandas de su comunidad. Entre todas las opciones disponibles, destacan las siguientes.
1.- Realización de encuestas entre los usuarios de la biblioteca
Diseñar y distribuir cuestionarios entre los estudiantes, docentes y personal universitario ayuda a recopilar datos sobre sus necesidades de información, preferencias de búsqueda y recursos utilizados con mayor frecuencia. Además, también permite conocer sus sugerencias o valoraciones a la hora de mejorar determinados servicios.
Asimismo, se puede complementar con entrevistas individuales, un factor clave a la hora de entender mejor sus demandas específicas y poner en marcha acciones concretas para satisfacerlas.
2.- Evaluación de datos y estadísticas de uso
El software de gestión utilizado por la biblioteca puede aportar datos muy interesantes para identificar las demandas de la comunidad. Así, no solo permite analizar las estadísticas de uso de la biblioteca o la frecuencia de préstamos de libros, también es posible conocer cuáles son las consultas de referencia o las tendencias en el acceso a materiales digitales, entre otros.
De esta manera, se consigue información sobre cuáles son los recursos más populares y qué áreas necesitan un refuerzo. Además, los datos recopilados pueden usarse para personalizar determinados servicios y mejorar la experiencia de los usuarios.
3.- Colaboración con los departamentos académicos
Es importante que la biblioteca universitaria colabore de manera estrecha con los docentes y los departamentos académicos, ya que conocen en detalle los planes de estudio, los proyectos de investigación que se van a poner en marcha o los objetivos de enseñanza para el curso. Al disponer de esta información, podrán anticipar posibles necesidades y ofrecer a la comunidad recursos relevantes.
4.- Observación directa del comportamiento del usuario
Cuando los usuarios están en la biblioteca, ¿cómo buscan la información y utilizan los espacios? Evaluar el modo en el que interactúan con los servicios y recursos disponibles también permite detectar patrones de comportamiento, lo que a su vez ayuda a identificar nuevas necesidades.
5.- Análisis de tendencias
Conviene estar al corriente de todas aquellas tendencias en educación, investigación y tecnología que podrían afectar a las necesidades de información de la comunidad universitaria. Así, la biblioteca tendrá una mayor capacidad para adaptarse a las demandas de sus usuarios. Para ello, se pueden poner en marcha diferentes acciones, como participar en eventos o conferencias académicas.
6.- Comunicación constante
Realizar encuestas y entrevistas, evaluar el comportamiento de los usuarios y analizar las métricas disponibles en el software de gestión bibliotecaria, ayuda a detectar necesidades de información en los usuarios, pero la comunicación con la comunidad universitaria debe ir más allá. En este sentido, es importante proporcionar un buen asesoramiento sobre los recursos disponibles y los servicios que se ofrecen, al mismo tiempo que se solicita su colaboración para conocer sus valoraciones.
7.- Mejora continua
Es aconsejable realizar evaluaciones periódicas y revisar los resultados obtenidos con el fin de medir la efectividad de las estrategias implementadas. Esto hará que la biblioteca universitaria pueda ajustar las acciones en consecuencia y adaptarse mejor a las preferencias de la comunidad.
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