Según el estudio de Barómetro de hábitos de lectura y compra de libros en España el 68,8% de la población española de más de 14 años hace uso de los libros. De esta cifra, un 64% lee en su tiempo libre, mientras que el 23,1% lo hace por trabajo o por estudios.
Si pensamos en el verano, tenemos claro que es una época de disfrute y desconexión en muchos de los casos. Pero, ¿significa desconexión olvidarse de la lectura?
Disfrutar de la lectura durante las vacaciones es más sencillo porque el tiempo libre es mayor. Es posible apagar la tecnología para sumergirse en los libros, ya sea en la terraza, en medio de la naturaleza o en la playa. Y dado que a los libros nunca se les acaba la batería, llevarlos a cualquier sitio es de lo más fácil.
Las bibliotecas también ponen su grano de arena para fomentar la lectura durante los meses más calurosos, tanto para los más pequeños como para los adultos. Algunas deciden cada año moverse hacia la atracción preferida de muchos en verano: la playa. Es por eso que muchas han decidido impulsar las bibliotecas en la playa o biblioplayas.
Bibliotecas en las playas
La playa de los libros en Razo, A Coruña, es una de estas bibliotecas y llama la atención por tener «las mejores vistas del mundo». Situada a escasos metros del agua, tiene como objetivo fomentar la lectura en esta zona y facilitar el préstamo de libros a la gente que acude a darse un baño.
Otro caso es la Biblioplatja, situada en la ciudad de Denia, en el paseo de la Marineta Cassiana. Además, dispone de un área de sombra debajo de los árboles con bancos y zonas donde sentarse a leer. Ofrece un catálogo de 1.000 títulos de novelas y literatura infantil tanto en español como en valenciano.
La Biblioplaya de Ribadesella lleva varios años en funcionamiento y surgió como una alternativa de ocio y como un mecanismo de animación a la lectura durante los meses de julio y agosto.
Actividades de las bibliotecas en verano
Durante la época estival, las bibliotecas no solo desarrollan sus servicios de préstamos de libros sino que, además, organizan actividades para los más jóvenes y para sus familias. El objetivo es fomentar la lectura llevando a cabo actividades divertidas donde los niños se sientan alentados a leer y a participar. Talleres, cuentacuentos y juegos son algunas de las actividades que se organizan desde las bibliotecas.
La Biblioteca Rafael Azcona, en Logroño, ha creado un programa de talleres y cuentos para niños de 5 a 12 años y uno de pequecuentos, específico para para niños de 3 y 4 años.
Otro ejemplo es la Biblioteca de La Casa Encendida, en Madrid, la cual cuenta este verano con actividades para niños entre 6 y 9 años tan originales como crear un stop motion, aprender a tocar el ukelele o adquirir conocimientos sobre reciclaje.
El verano y la lectura
El sol, el tiempo libre y los días más largos son factores que favorecen en gran medida el uso de los libros. Tener tiempo de sobra te permite sumergirte en una buena lectura hasta que pierdes la noción del tiempo sin preocuparte de tener que trabajar o atender el teléfono.
Por si fuera poco, poder ir a la playa a disfrutar de un día soleado y tener la oportunidad de acercarte hasta una Biblioplaya para terminar zambulliéndote en un nuevo libro mientras escuchas el sonido de las olas del mar, es una experiencia difícilmente superable.