El 9 de junio se celebra el Día Internacional de los Archivos 2020, conmemorando la creación del Consejo Internacional de Archivos por la UNESCO ese mismo día de 1948.
Tanto para el sector público como privado, proteger los archivos y disponer de un acceso sencillo y práctico a ellos es fundamental para conservar el patrimonio cultural e historia de cada lugar, acceder a las decisiones y acciones acometidas y, en general, a la memoria, al tiempo que se atiende a la buena salud y el fortalecimiento de la Sociedad de la Información a través de la transparencia. Todo esto quedó plasmado en la Declaración Universal de los Archivos (UDA) de la 36ª Sesión de la Conferencia General de la UNESCO el 10 de noviembre de 2011.
[bctt tweet=»Proteger los archivos y disponer de un acceso sencillo a ellos es fundamental para conservar el patrimonio cultural, al tiempo que se contribuye al fortalecimiento de la Sociedad de la Información a través de la transparencia. » username=»@xercode»]
En palabras del Ministerio de Cultura, «los archivos tienen un valor único. Están conformados por documentos producidos por la actividad humana y como tal, son evidencia única de eventos pasados. Asimismo, aseguran el funcionamiento democrático de las sociedades, la identidad de los individuos y de las comunidades y la defensa de los derechos humanos”.
En este sentido, ACAL, la Asociación de Archiveros de Castilla y León, está recogiendo firmas en apoyo de su Manifiesto por el valor social de los archivos.
Este año, el hashtag #UnArchivoEs pretende recopilar en las redes sociales ideas y conceptos, y crear un foro de debate sobre los archivos, que custodian el patrimonio y permiten a las distintas generaciones acceder a él.
Los archivos y el covid-19
Entidades como la UNESCO, el Portal de Archivos Españoles, RTVE o la BBC han buscado facilitar el acceso online a sus recursos archivísticos para amenizar el confinamiento.
Serán precisamente los archivos, junto con las bibliotecas, quienes permitirán acceder a toda la información derivada de la inesperada pandemia que ha sacudido el mundo este 2020. A través de ellos podremos recordar, rescatar, analizar y estudiar para prevenir futuras incidencias de otros virus, valorar las distintas acciones de todos los organismos, entidades y colectivos implicados y, todo ello, de forma ordenada. Ante la inmediatez y la premura del entorno digital, los archivos permiten -y permitirán cada vez con mayor eficiencia- contrastar las distintas informaciones vertidas sobre el tema.
Al reto de la accesibilidad telemática y universalización de los archivos se suman ahora las nuevas medidas de higiene y seguridad para la prevención de contagios. El permiso para el acceso físico a los archivos dependerá de la fase en la que se encuentre la provincia en que estén localizados. Archivos y bibliotecas no están al margen de las medidas de seguridad e higiene que el coronavirus ha obligado a implementar.
Algunos archivos, como el Archivo Municipal del Concello de Marín (Pontevedra), ya han hecho los deberes digitalizando sus fuentes documentales y bibliográficas para preservar la documentación institucional que custodia.
La Diputación de Pontevedra, por su parte, ha creado Atopo, un nuevo portal de acceso al patrimonio documental y bibliográfico de Pontevedra.
Si algo nos ha dejado claro este virus impredecible es que la sociedad demanda y necesita un acceso universal vía Internet a la cultura, formación e información, a través de plataformas intuitivas, sencillas y ágiles para el usuario. Un reto que nunca se acaba.
